jueves, 5 de enero de 2012

Se oye una canción...

Haciendo esto un poco variopinto y alentada por la cantidad de películas de animación que he visto en estas Navidades, quería hacer una reseña de este fragmento que todo el mundo reconocerá de La Bella y La Bestia. Sé que es una escena muy típica, pero siento debilidad por todo lo que engloba estos cortos 2-3 minutos.

Para empezar, la canción: sin duda una de las mejores de Disney. El piano y, sobre todo, los violines te envuelven de principio a fin dándole grandes inyecciones de vida a tan bonito mensaje. Sin olvidar la implícita, sabia y fiel enseñanza de la casa, en este caso: “Antes de juzgar tienes que llegar hasta el corazón; no hay mayor verdad, la belleza está en el interior”.

Por otro lado, siempre me llamó la atención el trabajo a nivel de los dibujantes: la gran panorámica y el logrado movimiento que consiguen simular de la “cámara” en el salón, desde mi punto de vista, le otorga mayor plenitud al momento, lo intensifica.

Y para acabar, y lo que más me enternece, es justo lo que simboliza la frase “se oye una canción”. Es ese nerviosismo e inseguridad manifiestos en la espera de esa persona, de aquello que llevas tiempo imaginando, que deseas y que por fin tienes la certeza de que va a ocurrir. Y cuando está sucediendo sientes la explosión de toda esa adrenalina acumulada, sientes el vigor del misterio que esconde el “ahora”, ese preciso instante pasa a otra dimensión. A ese pedacito de tu vida es a lo que llamas felicidad. Y... justo después, en contraposición, todo se desvanece, ella le tiene que abandonar. Se convierte en un salto desde el culmen de la satisfacción hasta el subsuelo de la realidad. Toda forma de recomposición de la ilusión es entonces inexistente.

Así que a la aún posible pregunta ¿por qué debilidad por esta escena?, respondo que creo que desde una exquisita inocencia representa algunas de las sensaciones más intensas que todos acabamos viviendo, y lo intenso no conoce camino distinto al de la inocencia para ser experimentado. Así que, corramos el riesgo de ser inocentes; siempre al arriesgar puedes acertar en tu elección final.

Ahora sí, sin más dilación... "su dama le espera":


3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Me parece que has desglosado la escena de forma muy brillante. Se nota que te gusta mucho.
    Como sigas así, igual eres tú la que tiene que hacerse un blog de cine ;)

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  3. Quién sabe, soy todo un misterio! Jaja. Pero de momento sabes que me agrada más otro enfoque. Además, eso te lo dejo a ti que no se te da nada mal en absoluto!
    Se agradece el comentario, Rafa ;)

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